13.12.16
Las múltiples facetas de la belleza
Muchas son o pueden ser las inspiraciones e
intenciones del artista para variar lo existente o para dar diferentes
soluciones a una realidad. Al observar la más reciente obra de José Antonio
Platas me vienen muchas interpretaciones y de repente todas las explicaciones
juntas a la mente. En seguida ya no hay más necesidad de cuestionarlas,
simplemente dejan a uno satisfecho y con un buen sabor. Sin embargo, una de
todas las comparaciones hechas sobresalió de las tinieblas, para ilustrar mi consciencia.
El caleidoscopio, del griego kalós: bella; éidos: imagen; scopéo: observar, que nos permite
ver, al igual como en la presente exposición, imágenes de profunda belleza, formados por
elementos geométricos y variables.
La presente obra gráfica de Platas combina en cada
pieza una reducida gama de colores, para alcanzar, curiosamente, contrastes muy
vívidos. Delante o atrás de patrones y conjuntos heterogéneos y
abstractos, el negro o el blanco generalmente se asoma o se
impone. De esta forma, en unos casos logra un efecto de primer plano, que nos
repele y nos convierte en voyeurs. En
otros casos alcanza una profundidad, que nos magnetiza con una fuerza que
parece jalarnos al infinito, como si estuviéramos adentro del tubo mismo del caleidoscopio.
Negros o Blancos ondulan en las capas superiores y acentúan una dualidad secular
en permanente movimiento.
Me
quedo con lo que dice el polifacético Gabriel Cimaomo más o menos así: Por
todo eso elijo por ahora el caleidoscopio como símil, que en su devenir
multiforme no deja de sorprendernos con nuevas imágenes que mantienen viva la
esperanza de una próxima armonía de las partes y del todo, que separa lo
integrado e integra lo separado. Y si lo efímero del instante me atormenta, su atracción hipnótica me relaja.
Hoy presenciamos aquí una gráfica cosmopolita de un
José Antonio Platas universal.
Holger Roick, meXylo
-gráfica mexicana actual-
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